martes, 6 de mayo de 2014

SEXISMO

¿Qué es el sexismo?

Bueno, para llegar a saber que es el sexismo, primero debemos saber que es el sexo y que es el género y comparar sus diferencias.

El SEXO se refiere a los aspectos físicos, biológicos y corporales que nos diferencian a los hombres de las mujeres. Son naturales y esencialmente INMODIFICABLES. Y lo podemos dividir en HOMBRE y MUJER. Y el GÉNERO es el conjunto de características psicológicas, sociales y culturales, socialmente asignadas a las personas. Estas características son históricas, se van transformando con y en el tiempo, por tanto, son MODIFICABLES. Y se divide en género MASCULINO y FEMENINO.

Desde tiempos remotos, a través de las familias, escuelas o medios de comunicación, entre otros, se van transmitiendo creencias y valores en función de ser del género masculino o femenino. Así pues, hemos asignado al género masculino una serie de rasgos como: independencia, fuerza, dominio o seguridad, mientras que el género femenino se ha venido asociando a otros rasgos, como: dependencia, debilidad, sumisión o inseguridad.

Con esto, podemos definir el sexismo como: Las prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico. Hay varios tipos de sexismo: contra el sexo femenino, contra el sexo masculino, contra los intersexuales (hermafroditas) y contra los transexuales (masculinos y femeninos).

¿Cómo se manifiesta el sexismo en relación con el movimiento?

Dentro del deporte lo podemos encontrar, por ejemplo, en el atletismo: Adaptación de las pruebas.
También lo observamos en la separación por sexos en algunos deportes, como: el fútbol o el baloncesto. En algunos casos sólo participan las mujeres, por ejemplo: la gimnasia rítmica o la natación sincronizada. Y por otra parte, dentro de los equipos técnicos de los equipos (generalmente de fútbol) no existe la figura de la mujer o, al menos, hay muy pocas.

¿Qué se puede hacer para dar luz al sexismo?

- Garantizar la igualdad de oportunidades para chicos y chicas.
- Respetar sus intereses, motivaciones y necesidades.
- No imponer valores sexistas.





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